Narra Chaz:
-¿Crees que despierte? –Preguntó Chaz-
-Despertará, durmieron sus pensamientos
borrándole casi todo, pero son vampiros estúpidos, deben saber que solo los
bloquearon algunas horas, ahorita estará igual que siempre –dijo una vampira
del clan-
-eso esperamos –dijo mirándola-
-Chaz
Escuché a alguien gritar mi nombre, volteé y
ahí venía Justin a velocidad de la luz, bueno creo que no es un secreto que los
vampiros somos rápidos, o mejor dicho, los mortales lo ven rápidos pero
nosotros lento, esperé a que llegara y a un salto se colocó frente mío.
-¿Cómo esta? –dijo mirándonos a Chaz y a mí-
-La durmieron Justin no hay duda que Antoine la
va a matar –dijo Ryan-
-No les he contado chicos, Antoine espera que
despierte a Oneil, le dije que si por salvar a ______ pero… -dijo rascándose la
nuca-
-¿Qué? –Pregunto Chaz-
-Va a
utilizar a Oneil para hacerla creer que es su padre y asesinarla cuando él la
lleve a ver a su “tío” –dijo serio-
-No lo permitas –dijo Ryan-
-No quiero hacerlo, no quiero ser esto –dijo
señalándose- me repugno, quisiera estar muerto y no tener esta clase de “vida”
–sarcasmo- La amo, ¿Ustedes saben que es que un Vampiro se enamore de un Ángel?
–dijo mirándolos serio-
-Viejo, no sabíamos que te sentías así –dijo
Chaz-
Justin se dejó caer en una silla y dejó caer su
cabeza sobre sus manos mientras miraba el suelo.
-Nadie lo tiene que saber –rió por lo bajo- es
nuestro secreto –susurró pero igual lograron escuchar-
-El Guardián de ______ debe saber que ella está
en peligro –dijo Ryan esperanzado-
-Pues no, si lo supiera se la hubiera llevado,
y no, no quiero perderla
-Debes hacer algo Justin –dijo Chaz-
-Acá nadie nos escucha ¿no?
-Bueno todos, somos vampiros, escuchamos hasta
el más mínimo ruido, pero afuera, no, ni aunque estuvieran en el techo podrían
–Chaz-
-Bien, tengo un plan –dijo Justin- ocupo de su
ayuda, _____ no lo sabe y no lo tiene que saber, mañana en la mañana iré a
visitar a “El Guardián”, hablaré con él, confesaré todo pero después iríamos a
Atlanta –dijo él con cierta felicidad marcada en sus ojos-
-¿Qué haría un Vampiro ahí, en medio de sangre?
–dijo Ryan preocupado-
-No pasaría mucho, no necesito la sangre, soy
vampiro como por moda –rieron-
-¿Cuándo te piensas ir? –dijo Ryan-
-Mañana mismo, no dudaré en llevármela –dijo
decidido-
-Bien, pues alista todo, nosotros iremos por
los tiquetes y Chris cuidará a ____
-No, que se quede Ryan y Chris, Chaz puede ir
sin que lo ataquen, mientras no esté cerca de los suyos, no le pondrán hacer
nada y en cambio a ti Ryan, te matarían como Carnicero al chorizo –rió-
-Bien, pero que conste que no me tocarían ni un
pelo –Ryan-
Narra la escritora:
Justin fue a ver a ______, estaba pálida pero
respondería pronto, estaba decidido en lo que iba a hacer, Justin tocó la
mejilla palidezca y fría de _____, sin duda el mundo de los vampiros no era
para ella, se alejó de ella y miró a Chris, él lo miraba con una sonrisa
torcida, Justin lo quiere como un hermano y el siempre hecho de perder a los
seres más indefensos no se lo podía permitir.
-¿Estás bien? –le preguntó delante de él-
-asintió con su cabeza-
-Bien, iré a ver si ya vino Ryan –dijo
caminando hacia la puerta-
-Justin espera –lo detuvo-
-Si –volteó-
-¿Por qué yo soy así?, digo, normal –dijo
mirándose con asco-
-Te envidió, yo quisiera ser tú, es curioso
cómo llegan a desear ser un vampiro, créeme, me acostumbre a tu sangre, puedo
olerla que no me provoca comerte pero si no fuera así, te hubiera matado el día
que caíste de tu bicicleta, el mínimo olor a sangre me desorientaría, te
arrancaría la vida como si fuera un juguete, sin remordimiento, Chris, no
desprecies lo que tienes, eres mi hermano, y te quiero así, no te veo diferente
–dijo serio-
-Gracias Justin –dijo con una sonrisa para
volver al mismo sitio en el que se encontraba-
Narras Tú:
-¿Hola? –dije caminando por aquel lugar de paredes
aniebladas-
-¿______?, pequeña, ¿eres tú? –dijo una voz
tras el polvo blanco que se veía-
-Si ¿y usted? –Dije con miedo-
-Soy tu Guardián –escuchaba su voz no podía
mirarlo-
-¿Dónde estoy? –Dije con miedo mirando a todos
lados-
-En el cielo –rió- bueno eso creemos todos
antes de morir
-¿Morí? –Desesperada-
-No pequeña, no, tú estas bien, solo lo dije
para que me dieras la razón, ahora, –dijo haciendo presente su rostro, era un
rostro pálido, nada porque preocuparse, con barba muy bien retocada, su pelo
largo café oscuro, aseguraba que estaba viendo al ser más perfecto de todos-
que me conoces –dije señalándose de cuerpo entero- quisiera decirte cuanto lo
siento por mandarte a los mortales
-No se preocupe, pero, ¿por qué lo hizo?
–pregunté un poco molesta-
-Bueno, necesitaba que alguien cuidará ahí
abajo, necesitaba alguien con finos rasgos y tu pequeña, tú los tienes, nadie
dudaría de ti –dijo con una enorme sonrisa-
-Pero yo, yo, ¿Qué pasa si me enamoro? –dije
por fin con miedo a su respuesta a un no, pero su rostro siguió sonriendo-
-No puedo evitar que dos seres se amen –sonrió-
me siento culpable de eso _____, sabes que Justin es un inmortal, y tú, un
ángel –dijo para que comprendiera-
-¿Sabes todo cierto? –dije con miedo, se notaba
en mis ojos-
-Algo, tus pensamientos tuyos los sé pero los
de Justin, joder, ese muchachito tiene los pensamientos bien ocultos –rió-
-reí- Lo amo –lo miré seria-
-Lo sé _______, lo sé –dije mirándome-
-Yo no quiero ser un ángel y él no quiere ser
un vampiro
-Eso no lo sabía –alzó su ceja-
-Bueno, no lo sabes todo de mi entonces –dije
levantando una ceja riendo-
-Necesito que regreses _______ -dijo él dándose
vuelta-
-¿Qué vas a hacer con nosotros? –pregunté
temerosa-
-Sabes _____ -comentó- en la vida doy
oportunidades como problemas, no son difíciles, si los pongo es porque sé que
los pueden enfrentar, grábatelo –dijo serio-
-¿Podré estar con Justin? –odiaba ponerme a
rogar a las personas pero es lo que haces cuando no consigues la respuesta que
buscas-
- Oportunidades ________, no desperdicies, que
estoy de humor –rió y la imagen desapareció por completo-
-Hay –gemía-
-Está despertando –dijo Chris-
-Me duele –susurré-
-Tranquila, estarás bien –dijo acercándose-
-¿Chris? –dije mientras acariciaba mi frente-
-Si –dijo él miedoso-
-¿Dónde estoy?
-Pues, te digo que estarás a salvo –dijo consolándome-
-Bueno, pero no es mi habitación cierto –dije
aún con mis ojos cerrados-
-No –rió- es el cuartel de Chaz –se explicó-
-¿Qué? –me levanté de golpe y me mareé-
-Tranquila, ellos no te harán nada –sonrió-
-Ah –dije entrecerrando mis ojos-
-¿Te sientes bien? –preguntó preocupado-
-Si –dije con mis ojos aún entrecerrados pero
con una media sonrisa-
-Siento que no –rió-
-Es solo que me levanté muy rápido pero estoy
bien –reí-
-Bueno, te creo –dijo tocándose la nuca-
-¿qué pasa? –dije preocupándome-
-Bien, creo que esto hay hablarlo –dijo Chris
sentado- Mañana te vas –dijo Chris sin ninguna pausa-
-Ah? –dije sin entender-
-Si bueno, es una larga historia, mira te
cuento… -entraron-
-_____-gritó alguien que después se me tiró
encima-
-Hola Caitlin –dije abrasándola-
-Qué bueno que estés despierta -dijo con una
sonrisa-
-Cait, ¿me voy? –Pregunté llevando un cabello
que me molestaba detrás de mí oreja-
-¿qué? –Dijo con dificultad mirando a su hermano-
-Responde –me desesperé-
-La verdad es que si –vaya a estos chicos no
les costaba decir las cosas-
-¿Por qué? –desesperé-
-Estarás en un lugar mejor –comentó Chris con
una sonrisa que mejor me la prestara para un funeral-
-¿qué? –Pregunté sin entender haciendo una
mueca-
-El cuartel de Justin te quiere, y es una
oportunidad –dijo pícara-
-No, no lo es –reí- y porque huir, ¿no nos
encontraran?
-A lo que escuche, sí, pero ellos no se saben
controlar en una ciudad –explicó Chris-
-¿Y? –me encongí de hombros-
-No pueden exponerse, ellos son viejos, y su
raza es única –dijo Cait-
-Ajá –dije sin entender-
-Creías en twilight ¿cierto? –Dijo Chris con
una sonrisa-
-Me encantan los libros –me defendí- y las
películas, bueno, te hacen soñar con alguien que te quiera así –me encogí de
hombros-
-Tú tienes a alguien, incluso mejor –dijo
Caitlin esta vez-
-Caitlin, Caitlin –susurré con felicidad-
-Aunque bueno aquí entre nos, Edward está
buenísimo –susurró lo último-
-Caitlin –la llamé-
-Bueno si Esque Stephanie Meyer se las jaló,
escribe fantástico, algo fantasioso pero hermoso, claro yo solo pude ver las
películas no tengo tiempo para andar leyendo de aquí para allá, ¿o no Chris?
–él iba a responder pero su hermana se adelantó- Bueno, dejándolo de lado Jacob
no se queda atrás eh –si no la conociera diría que estaba loca-
-Caitlin mi pierna –la moví pero ni así
respondía-
-No él no tenía nada en la pierna era en el
brazo si, que el brazo –se mordió el labio inferior-
-Caitlin –gritamos Chris y yo-
-Hay que –reprochó-
-Mi pierna, la siento –dije con mis ojos como
platos y con una sonrisa-
-A ver –me pegó-
-Auch –me quejé frunciendo el ceño-
-La sientes –sonrió-
-¿Pero cómo… -empezó a decir Chris-
-Sólo queríamos ayudar –dijo un anciano
entrando por la puerta- Bienvenida –dijo entregándole su trago a una sus
vampiras-
-¿Quién es usted? –Pregunté mirándolo con
miedo-
-Que descortés –rió y dejó ver sus blancos
colmillos- Soy Shuz –sonrió pero esta vez solo sus labios viejos y quebrados- Como
veras soy el anciano que más tiempo a durado vivo de cierta forma, Soy como el
padre de Chaz –volvió a sonreír pero esta vez acercándose-
-Como veras siente tu pierna –empezó a explicar
moviendo su mano- no puedes caminar aún pero que la sientas es un gran progreso
hubieras durado 4 meses para poder lograr eso –dijo mirando por un ventanal con
sus manos es su espalda-
-¿Aprenderé a caminar? –le pregunté con miedo-
-Bueno, eso dependerá si te dejas –seguía
mirando-
-¿Cómo?
-Sí, la familia Bieber está preocupada por
usted joven –no me miraba-
-Pero estoy bien
-Si –asintió con su cabeza donde estaba-
-¿Entonces?
-Vete, eso es un consejo, no regreses a Forks,
no hasta que esté seguro –se acercó a mí- Te cuidaré hasta morir, todos mis
vampiros lo harán, pero tú, tú debes regresarnos el favor –me guiño el ojo y a
un segundo desapareció-
-¿Dónde se fue? –Dije mirando la puerta-
-Él tiene razón _____ -dijo Caitlin-
-Pero no, yo no puedo dejarlos, a mi familia,
mi padre, mi hermano –dije en suplica-
-Ellos estarán bien, él es un hechicero y no quieren
eso –dijo Chris-
-¿Tú crees? –Dije con miedo-
-Si fuera así hace mucho lo hubieran matado –explicó
Cait-
-No sé, ¿Qué hay de regresar el favor, a qué se
refiere? –dije mirándolos y ellos se volvieron a ver-
-Debes hablarlo con Justin _____ -Chris-
-No, díganme, ahora –les ordené impaciente-
-No lo sé _____ -dijo molesta- háblalo con él
–dijo ella seria- les diremos que despertaste –dijo tomando sus cosas y salió-
-Te veré luego –dijo Chris saliendo-
-Hay –gruñí-
No podía pensar en nada, estaba emocionada, con
miedo, sentía mariposas en el estómago, tenía sensaciones revueltas, no podía
pensar bien, necesitaba de una persona, de Justin, necesitaba escuchar sus voz,
sentir sus brazos y besar sus labios, necesitaba sentirlo mío.
Escuché unas voces antes de entrar y antes de
pensarlo sonreí y me incorporé bien a la camilla. Quería saltar, sentir el
miedo correr por mis venas, sentir el vacío en mi estómago cuando hago alguna
estupidez, quería volver a caminar, caminar a su lado.
-Justin –susurré cuando se acercó hacia mí a
abrasarme- Te extrañe
-Y yo a ti pequeña –dijo entregándome un beso
en la punta de mi nariz-
-Pattie –dije mientras me alejaba un poco de
Justin-
-Hola –dijo con un pequeño meneo de muñeca-
-Supe que nos tenemos que ir –dije seria-
-¿Quién te lo dijo? –Dijo Justin frunciendo el
ceño-
-Eso no importa, lo que quiero probar es que si
es cierto –aseguré-
-Lo es mi niña –dijo Pattie acercándose- pero
no será por mucho o bueno eso pensamos
-Creo que sería buena idea irnos –dije
cabizbaja-
-Tu familia lo sabe –dijo Justin-
-Bien –dije seca-
-No debes preocuparte que todo está en nuestras
manos
-Eso también me parece, bien –dije mirándola-
¿Cuándo nos vamos? –Pregunté sacudiendo mi cabeza para borrar la nublosa de mi
vista-
-Mañana mismo –dijo Justin serio sabía que me
contenía para no llorar-
-Pronto –dije frunciendo el ceño-
-Tus cosas están empacadas
-Lo que falta lo compraremos allá –continúo
Pattie-
-Bien –repetí-
-Sé que no quieres, y que por dentro te estás
quebrando pero es para un bien, nuestro bien, la de tu familia –explicó Pattie-
-Lo sé –asentí con mi cabeza- Solo por eso
acepto –dije cabizbaja-
-Nos irá bien, tenemos todo bien planeado
-Allá está mi padre ______, te conseguiremos
trabajo y mi padre me dará el puesto que siempre quiso para mí
-Y conocerás a los pequeños, son adorables,
casi nunca los vemos, es peligroso que vengan, pero allá los verás si puedes
todos los días –dijo con una sonrisa Pattie-
-Ok, debo alistarme, son las 12 y no quiero que
perdamos el vuelo por mi torpeza –dije sentándome en la orilla-
-El vuelo sale a las 6 debemos estar allí
antes, las maletas estarán ahí para entonces –dijo Pattie saliendo-
-Hey –Justin-
-¿sí? –dije alzando mi mirada quedando frente a
la suya-
-Pones mi mundo Patas arriba –rió-
-¿A sí? –Arqué mi ceja-
-Si –dijo serio- Ya sabes mi mundo era
ordenado, estaba calmado y sin error alguno, pero después, volviste a aparecer
en mi vida, con tus comentarios inteligentes, tu inocencia, tus ojos, tu
perfume, tu sonrisa –explicaba mientras caminaba y movía sus manos en un ir y
venir-¿no sé si me explico? –Me miró con la cola de su ojo y sonrió con exquisitez,
dejó ver su perfecta dentadura y sus mejillas redondas- A lo que me refiero es
a que cuando tu apareciste, mi vida se volvió interesante y lo que antes tenía,
se volvió aburrido, sin vida, sin caso alguno, no era nada –volvió a sonreír
pero esta vez fueron sus labios quienes lo reflejaron-
-Eso es algo fuerte –sonreí-
-Primer comentario –lo señalo de una forma
rápida, su voz se volvió un calmante para mis nervios-
-¿Le molesta que comente de esa forma o que es
lo que le molesta, claro, además de mi orgullo? –Sonreí de una forma mansa, de
lado, sin dejar notar que él me volvía loca-
-Después de su orgullo bueno déjame ver –dijo caminando
y después de un segundo sentí que estaba a mi lado, agarrando mi cintura y uniéndome
a él, mi corazón se agitaba y su voz, su maldita voz me encantaba- Que me
enamore –lo susurró de una forma lenta, sentía su respiración agitada como la
mía y aliento caliente la sentía aún en mi oreja-
-¿Podrá vivir con ello? –pregunté amistosa-
-Viví años sin ti –dijo con ego- y ahora –me volvió
a ver de una forma amenazadora, me encantaba y alucinaba con ella- ahora un
segundo me parece interminable –dijo uniendo su frente contra la mía, como
aquella vez que nos besamos por vez primera- “Eres como un ángel que olvido
como volar” –susurró y unió nuestros labios de una forma lenta y confusa,
controlando cada parte de mí, y éramos solo amigos y terminamos besándonos-
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Acá les dejo estos 2 capitulos espero que les guste y que comenten n.n
Las quiero