lunes, 25 de marzo de 2013

Cap 6 Te odio por ser lo que somos //Maratón//


Cap 6



-_____ -gritó mi hermano acercándose-

Sentía como jalaban mi pie, me hundieron en el agua llegando al fondo, trataba de zafarme a lo que me aferraba a no salir, la lluvia se empezó a hacer más fuerte aún de lo que estaba, el cielo se iba a caer en lluvia, vi una sombra en el agua, vi sus ojos, rojos, me asusté y sentí como de mis manos empezaban a anunciarse llamas de fuego sin quemarme, en el agua, me movía bruscamente de un lado a otro, toqué mi pierna y gemí a mis adentros de un dolor que me mataba por dentro, zapateaba e intentaba salir, sentí que patee algo y pude zafarme de lo que me estaba ahogando, ¿Qué era eso?, llegué a la orilla y de un brinco me acosté sobre el mojado césped, mi hermano se acercó a mí y tocó mi pierna.

-Esto no se ve bien –dijo asustado-
-Me quiero ir –mis labios morados temblaban del frío igual que mi cuerpo y mi voz se entrecortada en cada palabra-
-Ven

Kevin me tomó en brazos y me llevó a la sala, me colocó cerca de una chimenea que recién se empezaba alzar el fuego, después se levantó y fue a mi habitación a buscar algo de ropa seca, mientras, yo pensaba en lo que había pasado, recordaba su rostro, sus manos al jalarme, sus ojos rojos, podía leer sus pensamientos en ellos, quería matarme, o quería, venganza, no sé qué quería, nunca en mi vida lo había visto, nunca, recordé las páginas que visité en internet “Enemigos del rey del agua”, sentí un escalofrió por todo mi cuerpo, puse mis manos al calor y miré mi pierna, estaba sangrando, al parecer podía quemarme yo misma, tengo que aprender a controlarme, toqué mi herida e hice un impulso de apretarla más fuerte, gemí del dolor, quité mis dedos y sentía el ardor de fuego en mí, sentí como alguien bajó, era mi hermano con mi tía, Kevin me cobijó con un paño y mi tía me ayudó a ir al baño a cambiarme, era un buzo largo y una blusa sencilla con un abrigo caliente por encima, al salir mi tía me cogió en sus brazos y me arropó con una manta caliente, caminamos a la sala y mi hermano me acurrucó entre sus brazos, siempre se había preocupado por mí y yo por él, daría mi vida por mi hermano.

-¿Qué fue lo que te paso mi vida? –preguntó mi tía preocupada-
-No lo sé –dije ida- Caí al agua, hice un berrinche a mi hermano y cuando iba a salir… -trataba de explicarlo pero solo lograba hacerlo con la mente-
-Sabes que puedo leer tu mente ¿no? –Dijo mi hermano con ego-
-No te he dado permiso –dije dándole un leve golpe en su estómago riendo-
-rió-
-Chicos, ven lo importante que es estudiar magia –dijo mi tía seria-
-Pero… -dijimos a unísono-
-No, Kevin, no quiero que te pase lo de tu hermana y ____ no quiero verte asustada otra vez, me partes el alma mi vida –dijo de una forma tierna y seria-
-Yo no quiero que cuando tenga amigos me digan vamos al cine _____ y yo les tenga que decir que no puedo porque mi tía me cree Harry Potter –dije como broma pero en si estaba diciendo la verdad-
-Yo no te niego que salgas con tus amigos, ya saben que Forks desde que sacaron la película está de vampiros creen que solo eso hay ahí –mi tía era algo mayor- entonces tienen que aprender a ocultarse para que nos los vean como lo que ellos piensan, no les estoy diciendo que lo son, solo que cuando estén con personas los distingan por sus calificaciones  y no por ser seres mágicos, me van a negar que cuando les dicen ¿de dónde eres? Y ustedes abren su bocota y dicen “Forks” le saltan diciendo, “vampiros” –reímos mi hermano y yo- Hay que aprender
-No quiero –me volví a negar-
-¿Por qué no? –Dijo mi hermano- Va a ser divertido –rió-
-Si tú lo dices –dije cansada-
-Ya, voy a curar tu herida y mañana mismo empezamos –dijo mi tía buscando el botiquín-

Y así fue, mi tía me curó mi herida vendándola y después mi hermano me llevó a mi habitación, había dormido toda la tarde no iba a tener mucho sueño que digamos, miraba el techo escuchando las gotas de lluvia, tenía miedo, ¿y si el internet tenía razón?, tenía miedo, me cobijé e intenté cerrar mis ojos, empecé a imaginar cosas y así fue como quedé dormida.

Estaba en mi cama durmiendo, todo estaba tranquilo, la lluvia se hacía era leve pero sentía como las gotas jugaban con el vidrio de mi ventana, le di la espalda y de un pronto a otro el vidrio empezaba a quebrarse, las ramas quebradas empezaban a hacer más y más grandes hasta que me di vuelta y abrí mis ojos, la ventana se rompió dejando entrar el agua, mi habitación se inundó, yo intentaba nadar hacia la puerta pero cuando justo iba a llegar unas manos babosas, moradas, con uñas percudidas me sostenía de mis hombros, mis ojos estaban violetas, gritaba por poder salir, con unas de mis manos intentaba abrir la puerta pero era en vano , me estaba empezando a faltar el aire y ahí…

-Mm... Jjgghhh… nog… Gogh –gritaba mientras dormía y el sudor bajaba por mi frente-
-¿Qué pasa? –Entró Kevin corriendo a mi habitación-

Pateaba levemente mi cama, mis gritos eran ahogados, todo era un sueño, pero no podía salir de él, mi respiración era agitada, mi hermano me tomó en sus brazos y trataba de despertarme pero no podía, era en vano.

-Tía –gritaba mi hermano desesperado-
-finis –dijo mi tía agitando su varita y mi cuerpo dejaba de temblar y mis ojos se abrían lentamente, eran violetas por el sueño-
-Hermana –dijo mi hermano acariciando mi cabello-
-¿Qué has soñado? –Dijo mi tía sentándose en mi cama-
-Me quería matar –dije con desesperación- otra vez –dije nerviosa con mis ojos más violetas que nunca-
-¿Quién era? –Preguntó esta vez mi hermano-
-No lo sé –dije temerosa- Nunca he visto a esa criatura –dije negando con mi cabeza- En Seattle era normal, nada de esto me pasaba –dije molesta-
-Eres normal _____ -gritó-
-No, mírame –dije señalándome- dime, ¿Qué soy, ¿Qué demonios soy? –gritaba-
-Esque… -dije dudando-
-Dime Kevin, soy tu hermana no –dije buscando su mirada-
-Si lo eres –dijo mirándome- solo que debes averiguarlo por ti misma
-Lo he hecho de esa forma desde que tengo memoria Kevin, ¿Por qué nací?, ¿Por qué soy este bicho raro?, Odio a esta familia –dije derramando una lágrima-
-Necesita dormir, vámonos Kevin –dijo jalándolo del brazo-
-Sé que no nos odias, te darás cuenta, lo sé –dijo dándome un beso en la frente pero me esquivé de él y lo miré a los ojos-
-Te odio –dije llorando y sé que él también estaba mal-

 Se fueron de mi habitación, yo quedé rendida en mi cama, no conciliaba el sueño, se me era imposible, solo tenía en mente la imagen de la lágrima de mi hermano, lo había lastimado pero así me sentía, era un ser raro, anormal, peor que un perro verde si alguien se llega a enterar de lo que hago y puedo hacer, tenía miedo, tenía miles de sensaciones revueltas, pero la que mayor sentía era miedo.

Me di vuelta mirando la pared, estiré mi mano para mí misma y una luz azul, hermosa, no podía negarlo salió de ella, toqué la palma de la mano que emitía la luz con mi dedo, al retirarlo para mirar estaba cubierto de una tinta azul con brillante que lo hacía cada vez más misterioso, me entró la curiosidad, me levanté de la cama y caminé hacia mi veladora, la jalé con cuidado de no derramar la tinta de mi dedo, la pintura se empezaba a caer así que coloqué un poco, no podía creer lo que veía, era algo sorprendente.

Escuché unos pasos caminar por las escaleras, miré el reloj y era media noche, mi madre estaba llegando, me levanté rápido del suelo y empujé la veladora de nuevo, corrí hacia mi cama y cerré mis ojos, mi madre abrió la puerta y sonrió, caminó hacia mí y besó mi cabeza, después dio vuelta y al irse cerró la puerta de mi habitación, miré la puerta y sonreí por lo bajo después volví a acostarme y quedé dormida, sin mucho pensar.

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Maratón

1 comentario:

  1. WOW me he reenganchado a esta nove!!! Tengo un poco abandonados los blogs, hace tiempo k no tengo oportunidad de leer pero me voy poner al día!!! Me encanta esta, síguela!! :)

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