Ser quien eres es tarea fácil, descubrir lo que eres, no es
tan sencillo
Me llamo _______ (tn), tengo un hermano, Kevin, sueño cosas
que nadie entiende, me gusta la oscuridad, los mitos, mis ojos son cafés pero
no se confundan, no suelen ser de ese color, me pongo nerviosa muy seguido y es
muy estresante, cuando sucede, no puedo ocultar lo que me pasa, pronto lo
sabrán, solo, cuenten mis lunares.
-_____ levántate –dijo mi madre desde el marco de la puerta-
-¿Para qué? –Dije molesta tapándome con la cobija-
-Es hora de ir al instituto, ¿quién te crees que eres?
-Ni yo lo sé –dije levantándome malhumorada-
-Mamá –gritó mi hermano desde la habitación-
-voy –le gritó- apúrate se me hace tarde para el trabajo
-suspiré molesta-
Me levanté perezosamente de la cama y me metí a bañar, me
quité la ropa y entré a la ducha, enjaboné mi cabello y lo enjuagué por
completo, me puse el acondicionador y esperé, mientras lavaba mi cuerpo, al
terminar de ducharme me sequé y enrollé mi cuerpo con el paño igual hice con mi
cabello y salí, busqué mi ropa y me la coloqué, estaba lloviendo, siempre
llovía, me gustaba que fuera así, fui al baño y me puse la ropa interior y
después la ropa, al salir me coloqué mi abrigo y una bufanda, mis medias y
después mis botas, me peiné un poco y coloqué perfume después agarré mi bolso y
bajé a la cocina.
-Bueno días –dijo mi hermano desde el desayunador con una
tostada entre sus manos-
-Hola –le dije buscando mi chocolate caliente-
-¿Cómo amaneciste?
-Bien, creo –dije dudando-
-rió- siempre amaneces igual
-Se hace tarde –dijo mi mamá abrasando por la cintura a
Kevin-
-Ya lo dijiste, me pones nerviosa –dije soltando el vaso de
chocolate caliente que tenía entre mis manos-
-Enana –dijo mi hermano abrasándome- tus ojos son violeta
-Si –dije con desagrado-
-Es mejor que nadie se dé cuenta ______ -dijo mi hermano
ayudándome a caminar ya que todo de mi dejaba de funcionar-
-No soy normal, nunca lo fui, no entiendo, ¿Por qué me pasa
esto a mí? –dije sin entender-
-A mí también me pasa –dijo cogiendo su bolso-
-Pero tú sabes controlarlo –dije saliendo de casa-
-No lo sé aún –dijo encogiéndose de hombros-
-Kev –así le decía-
-Dime –me miró-
-Tengo 17 años, y no soy normal –dije molesta-
-Tengo 18, y se supone que te odie –rió-
-No es lo mismo –lo jalaste del bolso-
-No somos normales –dijo mirándome al caminar-
-¿enserio? –dije sarcástica-
-Te cuento algo –dijo algo nervioso-
-Dime -reí-
-Me gusta a Emily –dijo sonrojándose-
-¿Qué? –Abrí mis ojos como platos-
-Si –rió- Cállate mocosa –dije empujándome-
-Eres raro –dije caminando-
-¿Por qué?
-Por qué te enamoras y no luchas –dije seria-
-Será porque no puedo enamorarme –dijo contestándome mirando
sus pies al caminar-
-¿Por qué no? –pregunté confundida-
-No quiero hablar de eso –se notaba molesto-
-Bien –dije ignorado el tema, ya habíamos llegado al
colegio-
-Solo recuerda algo –dijo poniéndose frente mío-
-¿Qué? –Pregunté malhumorada colocando mis dos manos en los
sujetadores del bolso-
-Todo viaje comienza con el primer paso, es lo que escuché
–dijo serio y después entró con sus amigos al instituto-
Me quedé ahí como repasando lo que dijo mi hermano, tenía
razón, debía dar un primer paso, ¿pero cuál chuchas (perdón por la palabra xD)
es ese primer paso?, escuché la campana desde lejos, suspiré profundo y caminé
hasta llegar a la entrada, vivía en Seattle, era muy lluvioso, vivía con mi padre
y mi madre ganó la custodia, ahora vivo en Port Angeles, cerca del estado de
Washington, Forks, ahí vive mi abuela ,¿se acuerdan de la saga Crepúsculo?,
bueno, ahí, y no, no soy un vampiro, vivo con mi madre ya que mi padre perdió
su trabajo, es difícil vivir con tu madre cuando nunca antes habías estado con
ella.
Entré al instituto y me dirigí a orientación, ahí me detuve
a esperar y al entrar la directora tenía mis horarios y mi casillero, recogí el
horario y caminé al casillero, al encontrarlo lo abrí y me di cuenta que
quedaba a la par de la oficina del conserje –genial- pensé, miles de chicas con
sus uniformes de porristas desabridas y chicos altos, rubios, ojos celestes o
verdes las seguían, algunos se besaban otros no más peleaban, los ignoré por
completo, en realidad odiaba a las porristas que eran así, hay otras que les
gusta lo que hacen y no andan restregándotelo en la cara, salí de ahí cerrando
la puerta del casillero y me encaminé a mi clase de –biología- caminé buscando
el salón, miraba todas las puertas de clases y ninguna decía el nombre, miré a
una chica blanca, cabello moreno y ojos verdes, caminé hacia ella con
vergüenza, no sabía cómo trataría a la “nueva”.
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Ahí está, bueno chicas soy algo nueva para escribir cosas así pero espero y les guste...
me gusta, me gusta, pero no puedo ser la primera seguidora porque no pusiste esa cosita –de la cual ahora no me cuerdo el nombre- que dice “participar en este sitio” –me imagino que ya sabes cual te digo, ese que muestra tus seguidores- Haci que avísame cuando publiques un nuevo capi aquí o pongas esa cosita XD. Buena amiga me gusta la trama, espero que la sigas –no te estoy presionando- me llama la atención el titulo ”cuenta mis lunares” ja es algo raro pero supongo que con el tiempo lo voy a entender…t.k.m aldy…
ResponderEliminarMe encantaaaaaa, el primer capítulo te ha quedado muy bien, tienes talento! Me has dejado con la intrigaaaaa! Voy a por el segundo capítulo *___________* ! Me suscribiría pero no me deja, me sale: Not found 404 :/! Igualmente, ya me has enganchado jajajaj! Un beso guapi :)
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